Si alguna vez te has preguntado qué pasa si descubro que mi hijo no es mío, la reciente Sentencia del Tribunal Supremo 1098/2024 ofrece respuestas claves sobre la posible indemnización por daño moral, la viabilidad de demandar por falsa paternidad y las implicaciones familiares y económicas que conlleva ocultar la verdadera filiación.
En ocasiones, detrás de la ruptura de una relación conyugal se esconde una verdad aún más difícil de digerir: el descubrimiento de que el hijo que uno creía propio no lo es.
Esta situación, más común de lo que se suele pensar, plantea preguntas muy delicadas desde el punto de vista emocional y jurídico:
¿Se puede demandar por falsa paternidad?
¿Existe derecho a una indemnización por daño moral por ocultamiento de la paternidad?
¿Es posible solicitar la devolución de alimentos pagados al hijo que no lo era?
La reciente Sentencia del Tribunal Supremo 1098/2024, de 23 de febrero, se pronuncia sobre estas situaciones, aportando criterios relevantes para quienes estén atravesando un proceso similar.
El caso: cuando un padre descubre que no es su hijo
Los hechos del caso giran en torno a un matrimonio en el que, tras varios años de convivencia, el marido descubrió que la hija nacida poco después de la boda no era biológicamente suya.
Durante el noviazgo, su pareja había mantenido una relación con otro hombre, y fue fruto de esa relación que nació la menor.
¿Qué pasa si descubro que mi hijo no es mío y fue fruto de una relación anterior?
Este descubrimiento llevó al marido a iniciar un procedimiento judicial solicitando una indemnización por los daños morales sufridos, alegando que había sido inducido al error sobre la paternidad y que ello condicionó su decisión de contraer matrimonio.
¿Ocultar la paternidad genera derecho a indemnización?
En primera instancia, el juzgado desestimó la demanda.
La Audiencia Provincial de Madrid, sin embargo, estimó parcialmente el recurso del esposo y reconoció su derecho a obtener indemnización.
No obstante, la demandada recurrió ante el Tribunal Supremo, que finalmente revocó la sentencia de apelación y absolvió a la madre de toda responsabilidad civil.
Qué pasa si descubro que mi hijo no es mío: ¿puedo reclamar por daño moral?
El Alto Tribunal dejó claro que para que prospere una demanda por daño moral por ocultamiento de la paternidad, deben concurrir circunstancias muy concretas.
En este caso, la madre no actuó con dolo ni mala fe.
El motivo es que, según los hechos probados, ella también pudo dudar acerca de la paternidad real al momento de quedarse embarazada.
El Tribunal Supremo sienta doctrina
En esta sentencia, el Supremo reitera lo ya afirmado en la Sentencia del Pleno de la Sala Primera nº 629/2018 de 13 de noviembre: este tipo de conflictos, por dolorosos que sean, deben resolverse en el marco del derecho de familia, y no mediante las reglas generales de responsabilidad civil del artículo 1902 del Código Civil.
Es decir, no todo daño emocional justifica una indemnización.
Para que exista obligación de resarcir, debe probarse que el otro progenitor actuó con dolo (engaño intencionado) o con una negligencia grave.
En este caso, la Sala concluye que ninguno de esos elementos estaba presente.
El Tribunal señala que no se puede reclamar una indemnización basada en una situación que, a pesar de su impacto emocional, no fue causada de forma exclusiva ni intencionada por la madre.
Tampoco cabe exigir la devolución de alimentos pagados al hijo que no lo era, si no hubo mala fe ni ocultación dolosa.
¿Qué opciones tiene quien se encuentra en esta situación?
Si te preguntas qué pasa si descubro que mi hijo no es mío, es importante saber que el ordenamiento jurídico contempla acciones específicas, como la impugnación de la filiación o incluso la nulidad matrimonial por error, pero no siempre conllevan derecho a indemnización por daño moral o devolución de alimentos.
Ocultar paternidad y consecuencias legales: lo que debo saber si descubro que mi hijo no es mío
Cada caso es diferente, y los tribunales valoran una gran cantidad de circunstancias:
-la conducta de ambos progenitores
-el momento en que se descubre la falta de paternidad
-la posible existencia de engaño
-los efectos emocionales y económicos que todo ello ha generado.
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