El delito de Acoso Sexual en el Derecho Penal Español sigue siendo, lamentablemente, una realidad en nuestra sociedad.
Ocurre en el ámbito laboral, educativo o profesional, así como en otros entornos en que el agresor ostenta una situación de superioridad sobre su víctima.
En este artículo, analizaremos qué se entiende por acoso sexual según el derecho penal español.
¿Qué se entiende por Acoso Sexual en Derecho Penal Español?
El acoso sexual puede comportar insinuaciones y proposiciones de naturaleza sexual, así como peticiones de favores sexuales, entre otros actos.
Es importante destacar que suele ir ligado al uso de intimidación o al abuso de poder, creando un ambiente hostil para la víctima.
El acoso sexual puede tener consecuencias devastadoras para la víctima, afectando su bienestar emocional, autoestima y calidad de vida en general.
Además, puede generar un ambiente laboral o educativo tóxico, limitando el desarrollo personal y profesional de la persona acosada.
Por esta razón, es fundamental que existan leyes que protejan a las víctimas y sancionen a los responsables.
¿Qué dice el artículo 184 del Código Penal?
El tipo básico consiste en solicitar favores de naturaleza sexual, para sí o para un tercero, en el ámbito de una relación laboral, docente, de prestación de servicios o análoga, continuada o habitual, y con tal comportamiento provocare en la víctima una situación objetiva y gravemente intimidatoria, hostil o humillante.
En este caso la pena sería de prisión de seis a doce meses o multa de diez a quince meses e inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión, oficio o actividad de doce a quince meses.
Sin embargo, esta pena puede incrementarse si concurren determinadas circunstancias:
a) Cometer el hecho prevaliéndose de una situación de superioridad laboral, docente o jerárquica, o sobre persona sujeta a su guarda o custodia.
En tal caso la pena será de prisión de uno a dos años e inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión, oficio o actividad de dieciocho a veinticuatro meses.
b) Si el hecho fuera cometido en centros de protección o reforma de menores, centros de internamiento de personas extranjeras, o cualquier otro centro de detención, custodia o acogida, incluso de estancia temporal.
Las penas a imponer en estos casos serían de prisión de uno a dos años e inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión, oficio o actividad de dieciocho a veinticuatro meses.
Hay que decir que si las víctimas estuvieran en una situación de especial vulnerabilidad por razón de su edad, enfermedad o discapacidad, la pena se impondría en su mitad superior.
¿Qué pruebas se necesitan para denunciar por acoso sexual en Derecho Penal Español?
1. Declaración de la víctima:
Debe relatar detalladamente los hechos ocurridos, indicando la frecuencia, lugar y circunstancias en que se produjeron.
Es importante que la declaración sea coherente y sin contradicciones, ya que esto fortalecerá la credibilidad ante el juez.
2. Testigos:
Personas que hayan presenciado los hechos o que tengan conocimiento de ellos pueden dar testimonio y corroborar la versión de la víctima.
Pueden ser especialmente útiles si se trata de testigos imparciales y creíbles.
3. Pruebas documentales:
Pueden incluir mensajes de texto, correos electrónicos, fotografías, videos u otro tipo de comunicación que demuestre la existencia del acoso.
Sin embargo, es importante señalar que la obtención de pruebas audiovisuales debe ser realizada legalmente y respetando los derechos de las demás personas involucradas.
Si hay denuncias anteriores o asistencia médica y/o psicológica a causa del acoso, tales documentos también pueden ser aportados como pruebas.
El delito de acoso sexual es una realidad que no podemos ignorar.
Es fundamental que como sociedad estemos informados sobre qué se entiende por acoso sexual y qué medidas legales existen para prevenirlo y sancionarlo.
El artículo 184 del Código Penal español establece claramente las acciones que constituyen este delito, así como las penas correspondientes.
Sin embargo, es importante recordar que el objetivo principal debe ser prevenir el acoso sexual y crear entornos seguros y libres de violencia.
La educación y la concienciación son herramientas clave para combatir este grave problema y proteger a las víctimas.
Ante situaciones como las descritas es recomendable acudir al asesoramiento de un abogado.